lunes, 22 de marzo de 2010

De Repronto

...O cómo aprendí a amar la cultura

Fue hace ya un año más o menos cuando en la Universidad Complutense de Madrid, acudí a unas jornadas de nuevos realizadores. Con sus más y sus menos, fue una interesante experiencia. Y quedó sólo en eso hasta que llegó el momento de la ponencia de “el Dr Repronto” (Raúl Minchinela), todo un personaje, todo un sabio, gurú para unos, charlatán para otros, bien lo amas, bien lo odias. Lleva una página web de atractivo contenido, con una serie online cuya sencilla trama se define por un mero ejercicio de comunicación con el espectador. Una reflexión (de ahí su título, Reflexiones de Repronto), una pequeña charla apoyada con material audiovisual en la que nos alumbra con sus teorías sobre un tema concreto, donde plantea una hipótesis y prosigue hasta alcanzar una conclusión de cara al espectador… conclusión que respalda la idea inicialmente planteada. Así, de buenas a primeras, resulta algo denso, pero no lo es, ni mucho menos. Además de que el material que nos ofrece es realmente atrayente, la manera en que lo desarrolla es casi hipnotizante; su manera de expresarse, su dicción, la forma en que relaciona diversos argumentos, y sobretodo, su brillante mezcla de humor y seriedad.

Bien, pues con éste descubrimiento, ésta persona y su manera de expresarse; yo y muchos nos vimos realmente identificados debido a un tema que desarrolló in situ. No era parte de sus episodios ya grabados, era algo que a colación de una pregunta (creo recordar) explicó para deleite y satisfacción de los allí presentes. Era su opinión sobre la cultura. Sí amigos, la cultura. Esa gran incomprendida (que no desconocida). Y digo esto último porque nos aclaró un sentimiento que todos teníamos, y era el hecho de que injusta e incomprensiblemente la cultura se ve despedazada, dividida forzosamente en primera y segunda clase… es decir, alta y baja cultura, aquello que no es arte por un sencillo y práctico prejuicio del que mucha gente hace uso. Fue claro, sencillo y directo. Evidentemente con el tiempo ha grabado un episodio de su conocida serie de internet que desarrolla en profundidad este tema. Aquí os lo dejo. Pues no sólo creo que sea necesario que lo escuchéis y entendáis que los prejuicios de cara a la cultura no son más que un ejercicio de holgazanería intelectual y torpeza, sino que es básico para que sigáis leyendo este blog. Pues esto, amigos, es una declaración de principios.




http://www.minchinela.com/repronto/

4 comentarios:

  1. Dios, no me acordaba de este gran hombre. Para mi fue el mejor descubrimiento de aquellas jornadas, el tio mas lucido de todos los que hablo, que nos descubrio un programa que te invita a reflexionar sobre cualquier cosa. El episodio en el que explica que es Goofy si no es un perro, es una obra de arte.
    Y por supuesto, totalmente de acuerdo con este video y todo lo que dice sobre la cultura. Esta claro que ninguna imposicion de la religion sera buena jamas. Y es que como dijo Jaime Rosales, que hace un cine que unos cuantos endiosan pero que muy pocos soportan: "Watchmen no es arte". Claro, arte es Tiro en la Cabeza, por el mero hecho de ser un coñazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por el piropazo.

    Como dice "creo recordar", le enlazo aquí el recuerdo:

    http://www.youtube.com/watch?v=nXHdoyIPDr4&feature=PlayList&p=46E6B2A2C926263A&index=0&playnext=1

    Más específicamente, es este instante:
    http://www.youtube.com/watch?v=RoZ-EJFECTw

    ResponderEliminar
  3. Bastante de acuerdo con lo que dice este tipo, sin embargo no en como lo dice. Para mí su mensaje es bastante claro pero lo envuelve un poco de "pedantería". Creo que deberían hacerse ver las incoherencias del mundo cultural de una manera que no provocase rechazo por parecer que se dicen para el mismo que las cuenta.

    Digo "bastante de acuerdo" porque pienso que la figura del "cultureta" que representan las señoras con pieles que no se enteran de que va la obra de Bacon no es realidad representativa de un amante de la cultura como tal. Éste puede admirar toda la belleza que tienen las melodías de Aída y toda la que tienen las viñetas de Giménez sin ponerse colorado por creer pasarse de selecto o de contracultural. Un amante de la cultura puede tener preferncia por una u otra disciplina artística y por ello empaparse de todo lo relacionado con ésta, lo cuál creo que a la larga ayuda a desarrollar un criterio. Puede que nos estemos pasando de listos y que las señoras del visón no iban al Prado a figurar sino a refrendar que les gusta más Goya que Paul Klee.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Las señoras son una imagen en espejo. Ilustran y potencian la imagen de la ostentación, es decir, el negativo de la meritocracia. Son sacrificios que se hacen en exposiciones de diez minutos.

    ResponderEliminar