jueves, 25 de marzo de 2010

¿Cine en 4D?

Parece que el mundo del cine, cada vez avanza más rápido, pues cuando aun estábamos descubriendo lo novedoso de los estrenos en 3D, aparece una curiosa producción, que nos sorprende con lo que se podría definir como cine en 4D.

Es verdad que es realmente impactante ver las diversas perspectivas que nos ofrece la pantalla cuando proyecta 3D, haciéndonos sentir como si estuviéramos viendo la película a través de la ventana de nuestra habitación, o como si realmente estuviéramos dentro de la mísma, pero, ¿y si en lugar de sentir como si estuviéramos en la película, pudiéramos influir en el desarrollo de ésta? ¿Si tuviéramos la posibilidad de hablar directamente con el protagonista y pudiésemos aconsejarle durante la propia proyección?, pues este es el caso de la película Last Call de la productora Calle 13.

El sistema es bien sencillo. Al comprar la entrada, te pedirán tu numero de móvil (si, en este cine no te prohiben el móvil, al contrario, te piden que lo lleves) con el fin de que puedas intervenir en la película. A lo largo de la proyección, hay momentos en los que la protagonista, decide llamar por teléfono, para pedir ayuda y, aquí viene la sorpresa, en el cine empezara a sonar el teléfono de algún espectador, se oirá la voz de la protagonista preguntándole que hacer entre varias opciones, y dicho espectador elegirá una de las opciones, lo que marcará el camino que seguirá la película. A lo largo del film ocurrirá en diversas ocasiones, dando lugar a varios giros argumentales, y a nuevas escenas, pues con este sistema la película tiene varias tramas y varios finales, por lo que puedes entrar a ver la misma película varias veces y que cada vez sea una historia diferente.

Este sistema implica que se tengan que rodar varias películas a la vez, que se crucen en diferentes puntos, para que de ésta manera, sea el público el que decide.
Por el momento solo se ha probado en Alemania, pero parece que ha tenido bastante buena aceptación. Esperemos que pronto llegue a España y que aparezcan más películas basadas en este sistema.



Confróntese en:

http://www.antena3noticias.com/PortalA3N/cultura-y-espectaculos/Mantenga-movil-encendido-usted-puede-ser-protagonista/10246696




Por: Cine-filo

Freaks du Cinemà

Y recordándoos el título de este nuestro pequeño, pero agradable blog de Cine... hago mención de lo que expresa el plural propio de este nombre. Freaks. Somos varios. Nos gusta el cine. Nos gusta la cultura. ¿Por qué no hablar todos? Por que no expresarnos tal y como somos. Por que no participar en, y de ello... Pues bien. Para eso doy pie a este asunto. Al de sumarse libremente al blog. Ser uno mas.

freaksducinema@gmail.com

He aquí la dirección. He aquí la clave. Si queréis participar escribiendo vuestra crítica, comentario de actualidad, opinión, reseña o lo que consideréis oportuno para esta pequeña ventana... Desde luego no dudéis en adjuntarlo a un correo, y enviarlo a la dirección que figura. Me ocuparé de leerlo todo, y seleccionar aquello que más interés pueda suscitarnos. No garantizo plena publicación de todo material que me llegue... ya que a la larga convertiría esto en una jaula de grillos. Pero sí todo lo que pueda, pues (como diría Josefina) cuando participamos todos... se disfruta más.

Así que es sencillo. Artículo breve (página o página y media), un seudónimo con el que queráis firmar (que pondré siempre al pie del artículo). Y adjuntarlo a un mensaje en el que me habléis de lo que queréis contar, expresar, mostrar... y demás.

Ánimo. Estáis invitados.

lunes, 22 de marzo de 2010

De Repronto

...O cómo aprendí a amar la cultura

Fue hace ya un año más o menos cuando en la Universidad Complutense de Madrid, acudí a unas jornadas de nuevos realizadores. Con sus más y sus menos, fue una interesante experiencia. Y quedó sólo en eso hasta que llegó el momento de la ponencia de “el Dr Repronto” (Raúl Minchinela), todo un personaje, todo un sabio, gurú para unos, charlatán para otros, bien lo amas, bien lo odias. Lleva una página web de atractivo contenido, con una serie online cuya sencilla trama se define por un mero ejercicio de comunicación con el espectador. Una reflexión (de ahí su título, Reflexiones de Repronto), una pequeña charla apoyada con material audiovisual en la que nos alumbra con sus teorías sobre un tema concreto, donde plantea una hipótesis y prosigue hasta alcanzar una conclusión de cara al espectador… conclusión que respalda la idea inicialmente planteada. Así, de buenas a primeras, resulta algo denso, pero no lo es, ni mucho menos. Además de que el material que nos ofrece es realmente atrayente, la manera en que lo desarrolla es casi hipnotizante; su manera de expresarse, su dicción, la forma en que relaciona diversos argumentos, y sobretodo, su brillante mezcla de humor y seriedad.

Bien, pues con éste descubrimiento, ésta persona y su manera de expresarse; yo y muchos nos vimos realmente identificados debido a un tema que desarrolló in situ. No era parte de sus episodios ya grabados, era algo que a colación de una pregunta (creo recordar) explicó para deleite y satisfacción de los allí presentes. Era su opinión sobre la cultura. Sí amigos, la cultura. Esa gran incomprendida (que no desconocida). Y digo esto último porque nos aclaró un sentimiento que todos teníamos, y era el hecho de que injusta e incomprensiblemente la cultura se ve despedazada, dividida forzosamente en primera y segunda clase… es decir, alta y baja cultura, aquello que no es arte por un sencillo y práctico prejuicio del que mucha gente hace uso. Fue claro, sencillo y directo. Evidentemente con el tiempo ha grabado un episodio de su conocida serie de internet que desarrolla en profundidad este tema. Aquí os lo dejo. Pues no sólo creo que sea necesario que lo escuchéis y entendáis que los prejuicios de cara a la cultura no son más que un ejercicio de holgazanería intelectual y torpeza, sino que es básico para que sigáis leyendo este blog. Pues esto, amigos, es una declaración de principios.




http://www.minchinela.com/repronto/

lunes, 15 de marzo de 2010

Retomando a Hitchcock

Arte

Merece la pena acercarse a un joven diseñador gráfico llamado Laz Marquez… que ni corto ni perezoso, ha cogido cuatro películas de nuestro querido Hitchcock (-por orden- Los Pájaros, Vertigo, La Ventana Indiscreta y Psicosis) y ha diseñado sus carteles adaptándose a cómo serían las campañas de dichas películas hoy en día. El resultado, como podéis ver es genial… y muy adecuado para el contenido de las películas.

Al parecer realizó primero el cartel de Los Pájaros, pero ante la tremenda respuesta obtenida por parte de sus seguidores se animó a hacer el resto. Por supuesto, según palabras propias, fue tanto el desafío que implicaba como su disfrute.

Este diseñador, es un chico precoz, cuya pasión por el dibujo le llevo a entrar a una temprana edad en el instituto de arte de Filadelfia. Aunque el talento que demostraría, en seguida le daría una plaza segura en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, donde ha desarrollado al máximo su capacidad. Actualmente trabaja para diversas editoriales, y ha participado en el diseño publicitario de películas como Los Fantasmas de Goya, Miss Potter o X-Men 3: La decisión final. Su pasión por crear no tiene límites, y su contribución al mundo editorial lo atestigua. Tenemos ante nosotros a un genio con un largo camino por delante, y lo que vemos a continuación es sólo el principio.









http://lazmarquez.squarespace.com/

Pocahontas 40.000


-Avatar-
James Cameron

Allí estábamos todos con los ojos puestos. Creo que este evento unió a todo el mundo aficionado al cine; los muy entendidos, los menos, los más reticentes, los entusiastas, aquellos que viven la ciencia ficción, los que sienten el cine de autor… Todos queríamos saber que había detrás de ese evento de estereoscopía, que prometía dejarnos anonadados con una historia desarrollada también en una galaxia muy, muy lejana. Creo, por tanto, que el resultado nos unió igualmente (con sus más y sus menos).

James Cameron siempre nos ha traído a la pantalla grandes historias de ciencia ficción (la primera saga de Terminator, y Aliens), y por supuesto ha tenido el respaldo del público y crítica… ¿Qué nos queda esperar?, ni más ni menos, con Avatar creo que muchos esperábamos el Star Wars del S.XXI. No fue así. Y pese al resultado obtenido por parte de la crítica con la primera parte de la trilogía (esto último está aún por ver), creo que hay que esperar, y darle una oportunidad para ver cómo finaliza la historia en sí, sin adelantar un “no”. Aunque, como he dicho, muchos ya sabemos que por ahora no es lo mismo que la mítica Guerra de las Galaxias.

Como decía, el gran público está de acuerdo en muchos aspectos del resultado de Avatar. Creo, y seguiré hablando en plural, que vimos una historia realizada con un absoluto e impecable despliegue de efectos visuales. Un punto y aparte en este campo. El aparejo músculo-esquelético que da vida a los alienígenas a través de otros actores es sorprendente, y realmente distinto a lo que se ha hecho anteriormente tanto en matiz, como textura (Polar expres, Beowulf...) . Parece como si los auténticos Na’vi estuviesen actuando para el bueno de Cameron. No sólo eso, el diseño de Pandora es totalmente acertado, nos sorprendió realmente. No descuidaron en hacer un exhaustivo estudio tanto de la flora, como de la fauna, para este planeta imaginario. La consecuencia fue un magnífico contexto para la historia (de la que ahora hablaremos), donde las criaturas, y su hábitat tienen una belleza singular. Única. Original. Desde luego, no nos mordemos la lengua al decir que muchos de los paisajes con los que disfrutamos, poco tienen que envidiar a los de los preimpresionistas franceses de la escuela de Barbizón. Genial uso de las tonalidades. Auténticas obras de arte.



Tratando de contener mi entusiasmo, aun así no puedo dejar de negar que para bien o para mal es un antes y un después en lo que a logros visuales respecta. No respecto al 3D, porque sinceramente, no terminamos de ver rematada esa técnica, por lo que obviaremos este asunto. Pero sí respecto a efectos especiales. Hemos sentido un nuevo comienzo, de la misma manera que lo sentimos al ver The Matrix, muchos de nosotros.

Por otro lado, ha habido algo que nos ha pasado muy desapercibidamente, y es la historia. ¿Muy mala?… no, no creo que la mayoría pensemos eso. Convencional. Si, la verdad es que si. Olvidable incluso. Una de guerra, de buenos contra malos ambientada en un futuro lejano y apocalíptico (respecto a nuestro planeta, claro). Una historia con todos y cada uno de los tópicos sin excepción del cine de palomitas. Los buenos, muy buenos. Los malos, muy malos. El héroe de la historia, de buenas cualidades y mejor corazón. La heroína… destinada a los brazos del héroe (la historia del amor imposible es ineludible). Un personaje cómico, para relajar las cosas. Una lucha final. Los refuerzos de última hora. La batalla contra el malo de todos los malos. Con su suspense, y todo (“¡Ay que le da!, ¡Ay que le da!...”). Un final victorioso, feliz, romántico. Donde el Deux es Machina está presente para hacer que todo absolutamente encaje (por irreal que parezca), a la hora de satisfacer al espectador extresado… No hablaremos de cómo finaliza el idilio, ni de esa historia de amor, aunque todos los sabemos. Todos pensamos lo mismo. Y nos comentamos la misma película cuando se encendieron las luces del cine.



Poco más por ahora, démosle tiempo a esta aventura.

viernes, 12 de marzo de 2010

De brujos, fuego y guerreros zen


-Twin Peaks. Fire walks with me-
David Lynch


Abordamos en este caso, ni más ni menos que al afamado director David Lynch. No sólo director de cine. Guionista, pintor, músico, fotógrafo y diseñador de mobiliario (recordemos, los que lo hemos sufrido, su cortometraje Lamp); en definitiva un completo artista. Un GENIO. En mayúsculas, pues es bien sabido por todos el tipo de cine que crea. Arriesgado, experimental. Un cine que requiere un gran esfuerzo intelectual por comprenderlo, aunque no esta ahí el mérito. Podemos prescindir de toda comprensión a alcanzar. Lynch sugiere, tiene elegancia para transmitir sensaciones, muy intensas, casi terroríficas. Es capaz de manejar el propio lenguaje onírico. El de los sueños. Un lenguaje con el que puedes elegir entre tratar de comprenderlo, interpretarlo… o simplemente ser su anonadado espectador. Dejándote llevar. No necesita que le digan cómo contar una historia con un lenguaje “común”, por así decirlo. Sabe hacerlo, lo ha demostrado. Y ahí están sus películas (El hombre elefante. Una historia verdadera).

Twin Peaks. Fire walks with me, es la película que vino a representar la precuela de lo que fue la exitosa serie escrita y dirigida en su mayor parte por Lynch: Twin Peaks. Es la película de la que quiero hablar. De la que merece la pena hablar. Porque fue un auténtico desastre de taquilla. Porque se llevó sus peores críticas. Y aun así tiene algo. Un contenido que vigoriza y refresca la serie en sí. Que abre nuevos campos. Descubre nuevas verdades. Una película más de David Lynch con todas las de la ley. Y sin embargo rechazada. Olvidada por el público. La convierte en un pequeño tesoro oculto. Olvidado. Una caja de Pandora que merece la pena abrir.

¿Por qué deja huella? Sencillo. Nuestro artesano desarrolla una narración fiel a su lenguaje. Una corrupción de lo real. Navega entre tinieblas y realidad. En su concepción se deja llevar por cuanto quiere transmitir sin obviar aquello que nos hace estremecernos. El ingenio a la hora de resolver secuencias, sigue haciendo mella en la retina de un servidor tal y como lo hizo Eraserhead. ¿Qué es el simio en primerísimo primer plano en la secuencia clímax?¿Por qué unas linternas ajenas a la realidad de la narración, iluminan de cara al espectador todo cuanto ocurre?¿Y los espíritus que advierten a Laura, que la acechan (una anciana senil, un enano, un niño con una máscara improvisada)? ¡Por favor! ¿Que significan todos esos enigmas? ¿Por qué nos atormentan? ¿Es que acaso no nos sugieren algo oscuro tras las colinas de este maldito pueblo?



Rescata conceptos de la serie. Los retoma, y los desarrolla con un tratamiento más amplio. Un tratamiento que completa al anterior. Toma la historia de la serie y la reanima, la devuelve a la vida, transportándonos al lugar del detonante. El elemento raíz de la serie. El gran enigma. La muerte de Laura Palmer. Con esta especie de nigromancia logra completar (cosa que no significa lo mismo que llenar un vacío) lo que vimos en la serie. No tenemos por que entenderlo. Pero todo cuanto se nos sugirió, queda patente como una verdad absoluta. ¿Hay algo tras el fuego? Si. Definitivamente sí. Twin Peaks la mancha de hollín que queda tras una hoguera, tras un incendio. Se nos descubre como tal. Como la marca de aquello abordado por lo siniestro. Por el poder. ¿Qué nos queda? Nos queda nuestra propia visión para juzgar aquello que vemos. Y que hemos visto. Podemos deducir que Bob y el Hombre Manco son más que poderosos vestigios de un aquelarre o logia de brujos, cuya enemistad final queda determinada por la corrupción. La perversión. El mal que atrapó con sus fauces a Bob. Que sigue vivo. Que vigila y corrompe el pueblo con sus lechuzas. Sus familiares. Sus ojos. Fuego. Su forma. Abstracta e imperturbable. Aterradora. Tenemos entonces licencia para ver al agente Cooper como un cruzado místico. Podemos hacerlo pues Lynch, se toma la molestia de hacernos ver que toda habilidad sobrenatural que desarrolla ése a lo largo de la serie, es innata en su ser. No es un agente astuto y simpático. Es un guerrero zen. Sabio. Premonitorio.



Puedo concluir esto. O quizás lo otro. Todo es probar. Pero lo importante es que la película me lo permite. Me da pie a ello. Sugiere una interpretación. Quizás he sido agradable en exceso con la opinión que me reporta (no voy a obviar aun así el disgusto que me produjo cierto cambio de reparto de última hora), porque quiero compensar su mala fama de manera inconsciente. Pero es cierto que durante dos horas, fue capaz de trasladarme y retomar un lugar en el que ya estuve. Pero que no ví. Las últimas horas de Laura Palmer me hicieron reflexionar sobre la historia de éste pequeño valle entre dos montañas, tanto como pudo hacerlo toda la serie.

martes, 9 de marzo de 2010

Bruce Willis

No puedo perder la ocasión de mostraros, lectores, una noticia (pese a que me prometí no publicar posts de éste tipo) que es de interesante contenido cinematográfico... y sonoro. Al parecer, y esta es la noticia, ayer salió a la venta el nuevo disco de Gorillaz "Plastic Beach", y para lanzarse a si mismo, lo hace con un flamante videoclip de su single "Stylo", de calidad visual excepcional. Todo un despligue de efectos visuales, mezclados con una aparente sencillez, que hacen que te enganchen tanto las imágenes como el sonido. En esta ocasión (y como aliciente), la historia cuenta tanto con los componentes del grupo realizados con una impecable animación 3D, como con la aparición estelar de una estrella de la gran pantalla, que dejará boquiabierto (en su línea) a más de uno.

Sin más dilación, os dejo con el vídeo. Disfrutadlo.

domingo, 7 de marzo de 2010

Trailer tranquilo, fake salvaje

Montado por
-The Legend of Zelda-

Vaya, curioso elemento el que aquí nos encontramos. Una extraña película, de la que no oímos hablar, y de repente…. ¡Trailer! Será un nuevo tipo de campaña llevada realmente en secreto o más bien… Bueno, sin involucrarme mucho más simplemente diré mi punto de vista.

No iría a ver esta película si de un auténtico trailer se tratase, por el mero hecho de que los actores me parecen algo forzados, inexpertos… y eso que los pobres sólo muestran su portento en un pequeño trailer. Pero creo que les veo lo suficiente para opinar así de ellos, sobretodo porque el anuncio en cuestión no hace más que mostrar planos/contraplanos de sus diálogos (y eso tampoco es muy atrayente que digamos). El vestuario me parece más bien carnavalesco (de disfraces, vamos), lo que tampoco me da buena espina. Por último, se agradece el intento de emular efectos especiales digitales, pero se me acerca demasiado al videojuego, lo siento. Y es que todo esto no es sólo una verborrea sibarita, y algo exquisita sobre el trailer; es que uno ya no se arriesga a caer de nuevo en el visionado de “maravillas” como Dungeons and Dragons de Courtney Solomon, cuyo trailer no distaba demasiado de éste.

Si por el contrario, esto que vemos se trata de un fake… todo lo que jugaba en contra, ahora lo hace a su favor. Porque me parece muy elaborado para el presupuesto disponible para un falso trailer. Para acercarse a una historia de tales proporciones épicas, y que resulte creíble (porque poco más o menos era el trailer de la película anteriormente nombrada). Está más que a la altura de un buen fake. Los diálogos y las luchas, se combinan, en la medida de lo posible con escenas de fx que, pese a su pobre matización, como dije, “dan el pego”. Muy buen trabajo.

Montado por

Si señores, me dispongo a hacer este particular inciso dentro de la crítica cinematográfica, que espero resulte interesante, o por lo menos entretenido. Se trata simplemente de referirme a un trailer a la hora de hacer una breve crítica, el trailer como pieza cinematográfica, para que nos entendamos. En este caso me centraré más en los trailers de próximos estrenos, aunque no dejare de lado otras curiosidades y elementos que sean dignos de mención. Con esto, obviamente, no pretendo prejuzgar las películas, nada mas lejos de eso… pese a lo que pueda parecer, sólo hablaré del trailer como elemento aislado. Pues creo que puede ser un buen objetivo de críticas, y que en la medida en la que se lleve a cabo, (de mejor o peor manera) nuestra impresión respecto a la película, puede variar ampliamente. Esta pequeña película promocional nos puede dar por tanto, la imagen de una buena o mala historia, aunque luego no sea así (pero no entraremos en ese terreno).

Considero que el trailer es uno de los alicientes indispensables a la hora de ir al cine. Sin los sugerentes trailers la sesión cinematográfica perdería mucho encanto. La completan. Además, nos informan de próximos estrenos… e incluso próximas producciones (nuestros amigos los teasers). Sirven para calentar motores justo antes de la película. Nos motivan a pagar por una buena sesión de cine. Pienso que cada vez tienen más importancia, así como su propia elaboración. Poseen una narrativa y estilo propios, que creo que merece ser abordada.

Así que de cada trailer que plantee de aquí en adelante, libres sois de aportarme vuestra propia visión de consumidores, de deglutidotes de cine (que es lo que todos somos en mayor o menor medida), de gourmets, de publicistas…o de lo que queráis. Yo lanzaré la primera piedra, entonces tenéis veda abierta (pero sin que nadie salga herido, claro).

viernes, 5 de marzo de 2010

Yankees al borde de un ataque de nervios


-Arsénico por compasión-
Frank Capra

Me dispongo a hablar, para los que no conozcan la película en cuestión, de la adaptación de una conocida obra de Broadway llamada Arsenic and Old Lace (al igual que la película), que no significa otra cosa que “Arsénico y encaje antiguo”. Una obra de Joseph Kesserling, que Frank Capra adapta rompiendo con su habitual ingenuidad e idealismo respecto al contenido, no a la forma.

Lo que principalmente busca toda persona que esté dispuesta a ver Arsénico por compasión es pasar un buen rato, “echar unas risas”, y relajarse con un poco de buen sentido del humor. Y desde luego, pienso que quizás eso es lo que se encuentre todo aquél que se disponga a verla… y que sea estadounidense… y que viva en los años 40. Bien, no quiero frivolizar, pero si introduzco con algo de sentido del humor, que veo esta película demasiado anclada en su época. Que no trasciende. Quiero decir que todo cinéfilo que se disponga a ver una película clásica de hollywood, sabe de sobra que ha de situarse un poco en contexto, ser permisivo con ciertas cosas, y tolerar algunos modos de realización digamos… poco arriesgados. Creo que así es como se ve cine, y como deberíamos disfrutar de él si es que queremos aprender de todo cuanto nos ofrece. Pero, sin embargo, hay películas que (y es el caso de ésta) a pesar de tener una historia arriesgada y en apariencia ingeniosa, la forma en que la transmiten y nos la muestran se nos hace algo rancia, anticuada. Y por esto no podemos conectar con ella. Por esto, y muchas otras cosas.

El héroe de ésta historia se ve envuelto en una trama familiar en la que descubre que sus adorables tías asesinan dulcemente a solitarios ancianitos (casi compulsivamente) para evitar que sufran los últimos días de su vida en soledad, aumentando así la tremenda fosa común que tienen en el sótano. Y todo ello en clave de humor. Repito que parece una idea maravillosa, atrevida y creativa. Pero enseguida se le añade un particular matiz. Como apertura, justo al presentarnos a los personajes, vislumbramos una declaración de principios del guionista. Un estilo de humor para su obra que sea frenético y estresante. Sin apenas respiro. El protagonista se ve en la obligación de solventar todo cuanto sucede por el bien de su familia, de su esposa… e incluso de su vida. El bueno de Mortimer (Cary Grant) grita, se mueve compulsivamente, tiembla, suda, corre de un lado a otro. Los problemas se le acumulan como una pila de informes en una oficina. Problemas, que a él parecen importarle mucho, pero que en ocasiones no parecen tan preocupantes para el espectador. Por lo que no se empatiza demasiado con ellos. Pero el sigue, gimoteando, apresurándose, sobresaltándose… y sinceramente, a un servidor eso le pone nervioso. No le relaja.



Por otro lado los personajes, su forma de hablar, y por ende sus “gags”. Resultan tontorrones. Simplones. Bromas, como dije, demasiado arraigadas a una época que no se corresponde a la actualidad. Claro está que muchos podemos empatizar con eso (que es difícil), y disfrutarlo. Lógico. Pero yo no. Personalmente, he visto revistas de Lina Morgan que me han hecho más gracia que esto.
Muchas de las situaciones con las que se construye el caos imperante a lo largo del film, son los típicos líos o malentendidos propios de la comedia teatral y de la sitcom. Pero no funcionan realmente, no se captan como situaciones hilarantes, cuyo desenlace puede ser catastrófico. Como un buen lío cuyos malentendidos son brillantes. Y tampoco es que resulten todo lo contrario, pero no se llega al nivel de entretener con este método. Las situaciones parecen no ser muy complejas, algo simples. Aunque se agolpan muchas a la vez. Lo que hace que nuestro querido Cary Grant, vuelva (como dije) a gesticular, y a convulsionar, a correr…y la cosa, parece fundirse en un caos de griterío e histrionismo. Que misteriosamente avanza a trompicones, de manera poco fluida.



En definitiva, pienso que tras todo esto también hay que ser algo severo con los considerados clásicos. Encumbrados en un podio por el hecho de pertenecer a una época, a un director, a unos actores… y sobretodo por haber tenido éxito en su momento. ¿Que es una de las 1001 películas que debemos ver antes de morir? Por mí de acuerdo, lo haré. Pero no voy a hacer la vista gorda. No me va a nublar la imagen en blanco y negro. No, porque si lo analizo de manera más minuciosa, veo incluso personajes sobreactuados, un montaje mal rematado (se llega a notar que cada plano pertenece a una toma y no a un “todo”), y un final… en el que desgraciadamente vemos a Capra volver a su vena idealista e ingenua. Y eso no es calidad cinematográfica. No es un clásico. Es una comedia palomitera de su propia época.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡Y bailaré sobre tu tumba!


El cementerio marchoso


¿Te gustaría ir a Sitges? ¿A la semana del cine fantástico de S. Sebastián? ¿Si? Eso es porque disfrutas con el cine de género. Como un servidor. Y si puede ser terror, mejor que mejor. Genial pues. Tengo entonces un pequeño consejo que darte. Un lugar donde puedes entrar, consultar cualquier película de cine bizarro, gore, ciencia ficción o terror a secas. Para escoger a la hora de componer tus sesiones dobles, para ver un domingo cualquiera, para visionar en cualquier momento a solas (o acompañado). Un lugar en el que un ilustrado maníaco nos muestra su prosa para hablarnos del cine de culto. Para exponernos sus críticas de las más variopintas películas de este tipo. Un lugar curioso en el mundo de los blogs. No amigos, no vamos a encontrar noticias recicladas de otras páginas como es lo habitual. Vamos a encontrar críticas, comentarios, opiniones… material para leer y opinar sobre el lado más oculto de la cinematografía. Un lado en el que muchos estamos, y a su vez disfrutamos. Un cementerio lleno de gente. Donde eres bienvenido, donde lo pasarás bien. Un cementerio muy marchoso.

Sencillamente merece la pena adentrarse en este blog, porque este señor, y su basto conocimiento respecto a esta cinematografía, nos pueden ser muy útiles a la hora de escoger una película. A la hora de leer una opinión medianamente depurada (aunque honesta y con sentido del humor) respecto a un film. Pues muchas son las horas de hemoglobina que han pasado por la retina del blogmaster. Ante nosotros pues, un recorrido que irá creciendo, sobre las películas más curiosas y reseñables de la cinematografía maldita. Podemos pasarlo muy bien. Vamos a disfrutar unos cuantos con esto. Echemos un baile sobre las tumbas de éste lugar.

http://elcementeriomarchoso.blogspot.com/

martes, 2 de marzo de 2010

Bajo del mar...


-Bob Esponja-

Tuve noción por vez primera de ésta serie a mis tiernos dieciséis años. Ya ha llovido desde entonces. Estábamos en casa de un amigo, pasábamos la noche bebiendo, comiendo y jugando al rol entre otras cosas… Hasta que decidimos amanecer con la sesión matinal de dibujos animados que ofrecía un canal de pago. Disfrutamos con algunas de las series de nuestra niñez, nos disturbio la presencia de alguna que otra serie anime de roedores infrainfantiles y discapacitados… y llegó el momento en que el cálido ambiente se silenció; “A continuación Bob Esponja”. Es curioso escuchar un título así por primera vez. Difícil de describir, pues la gente (supongo) estará acostumbrada hoy en día, a la existencia de este simpático personaje amarillo. El caso es que el shock fue tal, que las risillas no comenzaron a escucharse hasta pasados un par de minutos. Tras otro par, nos moríamos de risa. Quedamos noqueados. El saber que el protagonista era una esponja, su introducción musical, los personajes que completaban el elenco… Obviamente la anécdota nos marcó a mis amigos y a mí, más que la serie en sí, pues la atención prestada fue poca, y las risas y bromas, muchas. Ese bichejo submarino supuso un icono para nosotros durante un tiempo. Sólo un tiempo.
Durante el resto de los años he visto la evolución del bueno de Bob y su fama adquirida, con una ligera sonrisa como resultado del recuerdo. Nada más. Ni mucho menos tuve en mente en ningún momento sentarme a disfrutar de esta serie desde entonces. Hasta que en una tarde-noche, decidí ver un capítulo por nostalgia. Ahora añado esa media hora de disfrute a series como Los Simpson y Padre de Familia, de manera casi religiosa (“casi”, pues no creo en dogmas). Y digo esto último, porque creo que esta serie es una de las que mejor se ajustan a la expresión de “serie de dibujos adulta”. Y esto es muy sencillo de explicar. Para mí los dibujos animados deberían poder ser vistos y disfrutados por los niños. Es injusto arrebatarles el derecho a ver dibujos, y enfocarlos sólo a los adultos. El equilibrio está en una serie que los pequeñajos disfruten mucho, y los adultos casi lo mismo, o más. Cuando estas cosas no se cumplen… tenemos una serie adulta sin más, lo de “dibujos animados” sobra, “de animación” si acaso.

Y es que esta ingeniosa serie derrocha ironía por todos sus poros. Cualquier persona adulta que se pare a verla, descubrirá que conecta al instante con ella. Pues los personajes son arquetipos de una sociedad que va mas allá de la norteamericana, son simplemente arquetipos de personas en general. El avaro, el amargado, el ignorante, el ingenuo… Caracterizados en el cuerpo de animalillos del océano. Con sus aventuras y desventuras nos narran por lo general una historia facilona (Bob se hace daño en el trasero, o tiene que escribir una redacción) asequible a la comprensión de los niños, pero por otro lado, y gracias a la manera de plantear las situaciones por parte de los guionistas, y a la expresividad que se les otorga a los personajes; todo ello adquiere un matiz distinto (Bob padece agorafobia extrema, o huye de la responsabilidad como cualquier estudiante adulto). Más fresco si cabe.



Y es que tras esto, y en la medida en que sus creadores nos lanzan un guiño entre sutil y evidente a los adultos, uno se enamora más de nuestra querida esponja, y asume su show como uno de los más gamberros en horario infantil. Dudamos incluso de que los niños disfruten de él al mismo nivel que nosotros.

Otro de los aspectos que es de agradecer, es apostar por el humor absurdo. Como hicieron en su momento los Monthy Pyton. Un humor absurdo depurado, no estúpido y aleatorio. Sin abusar del “sin-sentido”, como estupideces del tipo “Alejo y Valentina” y demás… Con este tipo de gags, que irrumpen en el “realismo” de la serie, nos desconcertamos y reímos a partes iguales. Son creativos. Ingeniosos. Desternillantes. Pongo la palabra “realismo” entre comillas, pues poco tiene de realista a pesar de ser una serie animada sobre el fondo del mar. Los peces, calamares, y demás criaturas… no nadan. Andan bajo la superficie. Hay fuego bajo el mar. ¡Se dan baños! En fin, las limitaciones de la vida submarina son completamente violadas.

A esta serie, pocas pegas puedo poner. Pero las pongo aun así. Porque es una serie de dibujos. Y me sobran los interludios grabados con personas. Actores patéticos que hacen el payaso intentando siquiera, tener la misma expresividad de los maravillosos dibujos del serial para el que trabajan. Fuera. Son innecesarios. Bob Esponja no los necesita. Se sobra por sí mismo.

Stephen Hillenburg fue su creador. Un artista y biólogo marino que sabía lo que se hacía al dar a luz a su pequeña criatura. Sabía que su serie sería aceptada por la mayoría de gente, pero que a su vez un público, su público, sería el que recibiría de buena gana todas esas alusiones artísticas, cinéfilas, musicales (sobretodo a bandas de heavy metal, rock y rock alternativo) y por supuesto de biología marina (para los más doctos en el tema). Lo admito, a pesar de no ser un gran experto sobre lo que hay bajo del mar, me uno a este gran publico.