jueves, 17 de marzo de 2011

La bruja y el monstruo

Montado por



Aqui os dejo una joyita de trailer que igual no hace justicia a la película de marras. No sé. Aún no he tenido el placer de visionarla. Pero puedo decir que de primeras nos llama la atención de una manera más que significativa a pesar de tratarse de algo que ya hemos visto. Sabemos que fué de El Proyecto de la Bruja de Blair, y Cloverfield... Pudieron tener sus más y sus menos entre nosotros (personalmente, yo me quedo con la primera). Ésta, sin embargo, promete de buenas a primeras una corrección de ambas. Una retroalimentación entre ambas proposiciónes. Añadir el componente visual de el antagonista, lo que quizás esperasen muchos de El Proyecto de la Bruja de Blair; y por otro, hacer que la espectacular Cloverfield corriga su trepidante y efectista ritmo con un halo de misterio. El disfrutar de los índicios de algo misterioso, fantástico, más allá de lo común, para acabar descubriendo la terrible bestia que había detrás de todo.

Todo esto, por supuesto, con un riguroso estílo documental. Del que, al parecer, podemos hechar de menos una imagen un tanto menos cinematográfica, y quizás algo más televisiva. Más documento. En cualquier caso, como sabéis, aquí pretendo ocuparme de hablar sólo del trailer como elemento formal, y sí responde a cuanto digo en este caso (bajo mi visión, eso sí). Sólo me/nos queda descubrir si la historia logrará anunciarnos el misterio poco a poco, a modo de programa de investigación o proyecto sectreto, para luego desvelarnos la cara del peligro en toda su espectacularidad.



Los montadores de éste trailer al menos han logrado convencerme. ¿Y a vosotros?

miércoles, 9 de marzo de 2011

Nunca más


-The Crow-
James O’Barr

Advierto a los lectores de que no voy a hablar de cine. Hablaré de cómics. Porque me gustan los cómics. Leo muchos cómics. De muchos tipos (aunque tengo evidentes preferencias). Tal y como me pasa con el cine.

Me encantaría escribiros brevemente sobre una obra que injustamente queda nublada por la película que la inspiró. La cual trata de una pequeña pieza de una epopeya romántica, de una enorme historieta gótica que parte de la misma realidad a la ficción, y torna de nuevo a ésta. Muchos lo habréis leído, y no lo dudo. Lo que confirma que si estáis en este blog “es que sois la resistencia”. Pero aun así contaré un poco la historia de James O’Barr, a quien pronto le fue a visitar un negro cuervo, para no marchar nunca más.

Este escritor y artista fue criado en un orfanato, pues sencillamente no era lo que querían sus padres en ese momento. Pronto se formó en bellas artes y literatura (escultura, dibujo y escritura). Era un hombre de cierta sensibilidad. En su juventud se enamoró de Beverly, la cual iba a ser su futura esposa, la persona con la que decidió compartir el resto de su vida, y la que le dio la oportunidad de formar parte de algo, llamémoslo familia, o bien pareja. Evidentemente esto no podía salirle bien. Fue atropellada por un conductor borracho. Sabia decisión la que tomó a continuación al tratar de hacer de su vida “carne de cañón”. Se alistó en el ejército. Pero una noticia que llegó a sus oídos, un trágico suceso de periódico local, un sórdido asesinato, fue lo que le inspiró. Lo que le hizo tomar de algún modo las riendas de su vida. “Una pareja asesinada por un anillo de 20 dólares”. Y el cuervo susurra “nunca más”.



Aquí llega una compleja historia, una narración llevada a cabo por un artista que quizás no nos sorprenda por sus ilustraciones, pero que nos transmite una historia con un potente magnetismo. Tiene la capacidad de hacernos entender. Ver. Comprender. Asumir una fuerte catarsis en lo que hizo; en lo que plasmó página tras página. La auto-destrucción llega a través de la tinta. Una tinta húmeda, mojada por su propia sangre. Aun latente. Desde luego, es un relato con inicio, nudo y desenlace. No es expositivo. Pero tiene un fuerte componente “brechiano”. La narración se interrumpe. Debe ser interrumpida. Poemas, carboncillos, ilustraciones, letras de canciones, citas, epitafios… Nos distancian de la historia, para acercarnos al autor. A sus sentimientos. Sólo así entendemos que no hay lamento, sino ira. Que quizás necesitaba escribir y dibujar lo que dibujó. Pese a contener una “aventura” agradable, pero vacía a primera vista, El Cuervo nos hace entender una vez lo acabamos, que está repleto de sentimiento en su estado más puro. No dejemos que lo estético, y lo femenino del personaje nos haga dudar de su autenticidad. De lo que esconden sus pensamientos. No, el Cuervo no es un “Emo” que trata de ser triste, y “molar” a la vez. Esconde la evidente sensibilidad de un artista, que como dios vengativo, trata de castigar a lo que sencillamente ODIA. Obviamente no está en la misma frecuencia de la película de culto que le sucedería. Pero eso es otra historia. Y otra pieza más, como he dicho.

¿Para qué explicar que Brandon Lee (protagonista que encarna al Cuervo) murió en el set de rodaje del film en cuestión? Como dije, asumo que sois la resistencia. Pero es triste saber que O’Barr, comenzó a entablar una importante amistad con el mismo Brandon lee. Confió en una persona tras mucho tiempo. Por supuesto, el negro cuervo que le acechaba siempre, la mafia, y el destino, tornaron atrezzo en hecho. Y el fogeo se hizo bala. Y el humo abrió la carne. Y de nuevo James, hizo de la ficción, realidad.



El Cuervo es el único de los trabajos de James O’Barr reconocido hasta ahora. Su fascinante trasfondo, y los enigmáticos hechos que se suman debido a la película, han hecho que sea una de las novelas gráficas independientes con más éxito hasta ahora. James sigue trabajando en proyectos. Esperando que el estigma de El Cuervo alce algún día el vuelo. Yo temo que éste no marchará. Nunca más.