martes, 15 de junio de 2010

El culto contracultural

Círculo de Cinéfilos


Estamos quizás ante uno de los mejores escritores en castellano (español para los peninsulares y anglófonos) y sin duda uno de los más prolíficos. Sin embargo, pocos lectores podrían recomendarnos más de dos obras surgidas de su increíble intelecto, pues parece ser uno de esos extraños casos de “escritores malditos” que nos encontramos en nuestra literatura y que no hacen de su maldición bandera. Esto, sin duda les resta puntos entre los círculos y cónclaves de lectores que siempre citan como su libro favorito la única obra publicada de un escritor asiático que tuvieron que leerse en una edición de bolsillo que encontraron en la librería más antigua de la ciudad de Atenas, con la consiguiente dificultad que les supuso entender el griego moderno (puesto que en su época de estudiantes lo que se enseñaba era el griego clásico), y que no pueden prestarte por su gran valor y que te desaconsejan que busques pues la tirada fue más que limitada. No sé si he conseguido formaros una imagen mental del tipo de lector al que me refiero. Espero que sí.

Bueno tras esta disertación “culturetamente incorrecta” quería daros a conocer el porqué de mi opinión acerca del escritor catalán que nos ocupa. Es de esos pocos autores que aparte de contarnos una gran historia y hacernos reflexionar acerca de lo que nos está narrando (casi siempre en primera persona, lo que nos identifica poco a poco con el protagonista) nos hace pensar el porqué de la existencia del libro que tenemos delante, qué necesidad había de escribirlo. Y nos hace estrujarnos la sesera (no mucho, pero sí de manera gratificante) para ver la exquisita necesidad de que ese libro sea leído. Quiero introducir aquí la idea, tan llevada a cabo en el mundo del cine y tan desconocida (al menos para mí) en la literatura de destrozar los ideales, de despertarnos de nuestro dulce sueño de perfección. Para el público anglosajón, esta idea podría entenderse con el visionado de todas aquellas películas que siempre nos han vendido como “la pesadilla americana” o mejor dicho, el destrozo del llamado “sueño americano”. No quiero extenderme demasiado en la explicación de esto que yo considero un fenómeno, puesto que mi objetivo es más bien despertar la curiosidad de aquellos que tengan la suerte de encontrar en su camino uno de sus libros. Empezaré citando quizá los dos libros más célebres de su biblioteca: La ciudad de los prodigios y Sin noticias de Gurb, objeto ambas, de adaptaciones para otros medios. Creo que no podría encontrarse dos libros tan dispares y a la vez tan necesarios surgidos de una misma pluma. De hecho, me aventuraría a decir que su único nexo es que la historia de ambos tiene lugar en Barcelona.



En La ciudad de los prodigios se nos cuenta la historia del despegue cultural y económico de la ciudad que tuvo lugar con las dos exposiciones universales (1888 y 1929, llamada esta última “Exposición Internacional”) que han tenido lugar en la capital catalana. Todos tenemos en nuestra memoria la Expo y las Olimpiadas del año 1992, con su excelencia y la imagen que se proyectó en el mundo de nuestro país. Quién más quien menos se siente un pelín orgulloso de aquellos actos. Pues bien, ¿qué hubiera pasado si todos esos éxitos internacionales se hubieran forjado bajo explotación de los obreros y oscuras tramas inmobiliarias/mafiosas? Al menos el que suscribe, ya no se sentiría TAN orgulloso. Es en esto donde destaca Eduardo Mendoza, sacándonos de nuestra ensoñación, despertándonos sin ningún tipo de dulzura. Y es ahí donde radica su “maldición”: nadie quiere que un hecho que pareció fantástico quede empañado por nada. Ejemplos como éste nos los encontramos también en libros suyos más recientes como El asombroso viaje de Pomponio Flato, en el que nos narra un fragmento de la Historia Sagrada (judeocristiana, se entiende) totalmente inventado entre intereses inmobiliarios (una vez más), meretrices, dioses paganos que se aparecen y chistes escatológicos (una delicia de novela histórica para El Vaticano) o Tres vidas de santos, donde la definición de beatificación queda un poco en entredicho. Otra cosa aparte es Sin noticias de Gurb, un divertimento plagado de chistes políticamente incorrectos que invita a ser releído una y otra vez escrito con estructura de diario de bitácora de un marciano caminando por la ciudad condal.

¿Está el humor infravalorado en el mundo de la literatura? ¿No apreciamos que en el medio cultural considerado “más intelectual” nos digan cosas que no queremos oír? Servidor cree que las altas esferas, encargadas de otorgar los cada vez más devaluados premios literarios internacionales, priman las historias que son contadas por serlo y no aquellas que nos hacen pensar en porqué deberían escribirse.

Sea cuál fuere vuestra opinión no dejéis pasar al genial Eduardo.




Por: Cachito

lunes, 14 de junio de 2010

Círculo de Cinéfilos

Muy buenas Freaks du cinemà, aquí estoy de nuevo con la intención de proponeros un nuevo espacio (si creéis que he olvidado los anteriores, descuidad, en breves los volveréis a leer), un espacio en el que demos cabida a los libros. El Círculo de Cinéfilos. Creo que en el mundo del séptimo arte, las letras tienen una mayúscula importancia, no sólo para ilustrar a quienes son y serán futuros creadores de historias, sino para inspirar las propias imágenes que un libro podría tener. Millones y millones de páginas han sido plasmadas en el celuloide desde el nacimiento del cinematógrafo hasta nuestros días. Cuantiosos libros que han suscitado muchas de las películas que nos han hecho reflexionar, o directamente divertirnos. Por esto, quiero dedicar un espacio a la literatura (novela, ensayo, novela gráfica, comic...). Quiero comentar (os) y que me comentéis, diversas cosas acerca de las páginas que inspiraron una o varias películas. Pero tampoco nos pongamos límites, hablemos de aquellos libros que merezcan ser nombrados. Compartamos esto. Creo que con este intercambio, nos transmitiremos mucho más de lo que a primera vista se pueda intuir; Adaptaciones desconocidas, libros que han inspirado la más inesperada película, grandes relatos, interesantes películas, cómo adaptarías un libro digno de verse en película... Y lo que se os ocurra.




Como siempre, hablad a través de freaksducinema@gmail.com

martes, 8 de junio de 2010

¡¡Vengadores, reuníos!!

Brevemente me animo a dejaros caer esta pequeña noticia, avance, novedad o rumor que a unos cuantos les sorprenderá y les pondrá al día respecto a la futura producción de una de las películas que probablemente reventará taquilla y nos dejará un sabor amargo a sus fans. Una película que unirá diversas producciónes realizadas por separado, pero inspiradas en un mísmo universo. Imagino que sabéis que me refiero a... efectivamente, los típos del título que encabeza este artículo. Pues bien, la noticia parece referirse a la apariencia definitiva con la que podrán mostrarse en el celuloide, dos de los personajes de marras: El Capitán América y Thor. Sendos superhéroes interpretados por Chris Evans y Chris Hemsworth. Siendo honestos, me seducía más la idea inicial de que el wrestler Triple H, encarnase al dios en cuestión, pues dudo por igual del resultado de la interpretación de ambos, por lo que me quedo con la estética que transmiten. En cualquier caso, quienes tenéis que opinar sois vosotros, pues para eso pongo a disposición esta entrada con sus respectivas imágenes. Para que si haya una opinión, sea la vuestra.





Por otro lado, sí quería informar a los más interesados de que la película de los Vengadores comenzará a rodarse en Junio o Julio del 2011, a espectativas de estrenarse en 2012 en EE.UU. Será dirigida por Joss Whedon (si amigos, el papá de la serie Buffy Cazavampiros) y de la mísma manera, la coescribirá junto a Zak Penn (también ha colaborado en guiones como X-Men 2 o El Último Héroe de Acción). Sinceramente, no se espera nada realmente profundo en lo que vaya a contener esta película, y viendo lo poco que se arriesga últimamente en hollywoood al hacer guiónes de taquillazos, mucho menos. Pero no se debe perder toda esperanza. El equipo principal que se encargará de la película, no es del todo malo como hemos visto, y el reparto tiene sus partes buenas (Robert Downey Jr, Scarlett Johanson, Samuel L. Jackson o Edward Norton).

jueves, 3 de junio de 2010

Fishing for Taiji


-The Cove-
Louie Psihoyos

Me dispongo a abordar la crítica de un documental. Siempre me ha gustado escribir sobre ficción, por lo tanto esto es nuevo para mí. No es el género o formato audiovisual que más he deglutido, pero aun así me parece interesante. Tiene sus propias reglas, su lenguaje, sus estilos, errores comunes e incluso unidades fílmicas básicas (No hablemos de escenas y secuencias, hablemos de totales, recursos, colas, etc.). Conforme a esto (y a lo poco que se al respecto), puedo hablar de The Cove, como un interesante, y necesario proyecto, que Louis Psihoyos a realizado correctamente y que en conjunto, ya sea por montaje, producción o algún que otro responsable… Resulta convencional. No hay que reclamar nada distinto. No hay porqué exigir innovación. Simplemente el convencionalismo subyace en la manera de contar la historia, en la manera en la que se nos vende su propio punto de vista, con el que la mayoría estamos de acuerdo, imagino.


Nos situamos en Taiji, pueblo costero del distrito de Higashimuro, en la isla de Wakayama, Japón. Un apacible pueblo en el que las Ballenas, los delfines, y alguna que otra criatura de la familia de los cetáceos es el clamo principal para todo turista. Si aterrizas allí, parece que hubieses llegado a “Mundoballena”, una ciudad de ensueño fundada por ballenas, las mejores amigas de los habitantes. The Cove, nos muestra que hay algo oscuro tras esta histriónica apariencia de amigos del fondo del mar. Ric O’Barry, quien fue en su juventud entrenador del simpático Flipper, el Lassie acuático de los 60, conduce el documental junto con otro grupo de voluntarios. Una especie de Ocean’s eleven de Greenpeace. Cada uno preparado y formado en una especialidad. Es sencillo. Un sólo objetivo. Esta crew tratará de desmantelar, de mostrar al público, la cruel y despiadada matanza de delfines que se realiza en una pequeña bahía de la costa de Taiji. La verdad es que con esta premisa pinta muy bien.

No será una decepción lo que obtengamos tras la sinopsis expuesta, pues esta película despliega una brillante combinación de recursos mediante los cuales nos relatan, por un lado, un documental, en el que denuncia el trato de los delfines y muchos de los cetáceos (exportación, explotación…), los peligroso de comer carne de delfín, las cazas furtivas, y sobretodo el tremendo trabajo que ha llevado a cabo O’Barry, a favor de éstos animalillos. Por el otro lado, efectivamente, está la misión de éste comando pro-natura, que intenta esquivar a la policía secreta de Japón, los irritados y molestos pescadores, y algún que otro obstáculo; para así lograr las imágenes que evidenciarán tal crimen.

Ambas historias están entrecruzadas adecuadamente, a un ritmo sorprendente. En cada fase del documental desarrollado en Taiji, Louie nos muestra piezas que refuerzan las posturas que se defienden durante esta aventura. Esto logra convencernos a todos de cara a su campaña hasta conseguir tan ansiado objetivo, para que no dudemos de sus palabras o de la moralidad de algunos de sus actos. Chapó por el momento.



Lo que a continuación digo, no es una sarta de condenación y desdén a lo que un documental como The Cove supone, ni al documental en sí. Sólo que expresaré mi añoranza de cierta objetividad a la hora de revindicar algo. Ni siquiera se si debería exigir tanto. Honestamente creo que basta con no abusar del sensacionalismo. Esto es lo que pasa con esta película. Creo que en ocasiones abusa de una mirada dramática, y dolorosa para el ser humano hacia el problema que realmente le preocupa a O’Barry y su organización. Que está muy bien preocuparse por eso. Pero un problema que un ciudadano común tiene en cuenta, aunque le da su justa importancia, no se debe presentar como la guerra de Irak, por ejemplo. Primeros planos de las dulces caras caucásicas de los protagonistas norteamericanos llorando, mientras recuerdan las imágenes de los delfines siendo pescados (que si, que dan pena). Historias, testimonios de lindos surferos californianos diciendo cómo les salvaron los delfines de ataques de tiburones (¿algún respaldo audiovisual, o demostración tal vez?). La romántica y profunda descripción de lo que supone la mirada de un delfín, su inteligencia igual o superior a la del hombre (no exagero, se dice algo parecido, apoyado por imágenes de delfines accionando palancas, mientras los supervisan unos expertos). En fin, podría seguir con algún que otro ejemplo más, sin otro fin que tratar de ilustrar lo que puede chirriar un poco al ver este documental.

Creo que es parte del espectáculo mostrarnos un suculento plato en el que los ingredientes quizás sean lo de menos, pero que logre conquistarnos con su sabor. Como hace Mc Donalds. En serio, es el arte del engaño, debemos salir satisfechos, pese a que lo hayan realizado con material que no es de fiar. Me gustó The Cove, quiero decir, me entretuvo… Pero se echa de menos la habilidad de hacer que no se note, que en todo lo que se nos cuenta hay intención de manipular. Debe conquistarnos, golpearnos muy adentro, y hacer que nos dejemos llevar pese a las artimañas que haya detrás. Tal y como han hecho talentosos como Michael Moore, o Buñuel. Ellos tomaron su verdad, y nos la hicieron real y absoluta. Eso sí se sale de lo convencional.