Sitges calling...
Si nos ceñimos al lenguaje cinematográfico, considero que deberíamos referirnos a Monsters como una película de serie b. Quizás lo sea. Por lo que dijo Gareth Edwards, su director, sobre el presupuesto y las influencias de los años cincuenta que le incitaron a realizar esta película, desde luego facilita muchísimo el colocarle ese género, estilo, modelo de producción o lo que queráis… Sin embargo, más allá de tratarse de ciencia ficción, y de ubicarse en el festival de Sitges en su primera proyección aquí en España, diría que se trata de una película social que retrata la relación de dos personajes en una situación extrema, y por extensión, su romance. ¿Un romance social? Bueno, quizás no sea exactamente esa su definición más correcta, pues los aliens, están ahí. Se presienten más de lo que se muestran, pero uno nota que acechan, que los protagonistas atraviesan una zona infectada, paradójica. Al igual que en Stalker de Tarkovsky, Gareth realiza un excelente ejercicio de sugerir lo irreal, lo ficticio (obviamente, con menos pretensiones). De esta manera aceptamos ciencia ficción como género fílmico para Monsters (es un coñazo esto de clasificar por géneros las cosas, lo sé), pero tan sólo quiero resaltar una faceta que en su promoción, quizás no se aprecie, y que merece tener en cuenta en pro de un acercamiento al cine de género más fresco e innovador que se ha visto este año en Sitges. Os animo a disfrutar de este film, totalmente redondo, y muy interesante.
PD. No os preocupéis, podréis disfrutar de criaturas con tentáculos, porque aparecer, sí aparecen… Pero pronto veréis que están en un segundo plano.
martes, 30 de noviembre de 2010
Monsters
Etiquetas:
Aliens,
ciencia ficción,
Gareth Edwards,
genero,
romance,
serie B,
social,
Stalker,
Tentáculos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario