viernes, 26 de febrero de 2010

Un menú de fábula


Gordos
Daniel Sánchez Arévalo

Gordos, curiosa película, dudoso contenido. ¿Porqué sentenciar una crítica con una opinión única? No. Podemos calificar Gordos como una películamalacasibuena. Podemos decir de manera agradable e ingeniosa, lo que realmente opinamos. Nuestra sentencia. Darle al propio creador lo suyo, introducirle con vaselina (mucha vaselina) nuestra dura opinión. Como nos hace él. De igual manera nos habla directamente a la cara, en voz bien alta y proyectando salivazos. Nos trata. Nos aborda. Pero con buenas palabras, muy lubricadas, las mejores. Que considerado, oye.

El film mismo nos viene de la mente de Daniel Sánchez Arévalo. De sus propias manos. No hay duda de que el artesano es bueno, eso es (in)cuestionable. La película tanto en concepción como en ejecución, muestra todo un derroche de ingenio e inventiva. Un buen ejemplo de cómo se debe narrar (aunque sabemos que ejemplos hay muchos). Daniel nos ha mostrado que sabe tratar las imágenes. Que le sobran recursos (o al menos los escoge muy bien) para plantear diversas formas de desarrollar una secuencia; no sólo se sirve de un mismo espacio y tiempo, explora diversas alternativas. El montaje… sea cosa suya o no, es de elogiar. Aplica un ritmo al planteamiento visual que ya quisieran otras películas (españolas y no españolas… tampoco seamos). En la imagen incluyo a los actores, que parecen haberse puesto de acuerdo en actuar de manera espléndida, convencidos de olvidar sus errores del pasado (sólo algunos) en pos del resultado del film. Chapó. Todo ello está elaborado con una fotografía agradable, pero en conjunto, es más que suficiente.

La historia es otra cosa. Su contenido. El mensaje de la obra. Como toda fábula, tiene una enseñanza. Quizás sea una buena enseñanza transmitida con la mejor de las intenciones… pero enseñanza al fin y al cabo. Es fácil. Sencilla. Moral. “Progre”. Irritante. El guionista nos quiere ayudar, nos quiere aconsejar, y por ello… Nos habla. No muestra un sentimiento, no nos sugiere. Nos transmite una idea, una enseñanza. Directamente.
Con diversos personajes tenemos diversas historias. Aparentemente un contenido muy rico. Pero damos cuenta que es pobre, pues la idea a transmitir viene de cara, en voz alta, tras esto no hay nada. Lo malo es muy malo, y lo bueno… en fin. Lo malo siempre es castigado. Lo virtuoso, recompensado. Es eso, no hay más. Siempre, eso sí, habrá una oportunidad al final de la película. Lo malo, puede aparecer arrepentido y bondadoso por la mano de Dios, De un Dios Guionista, que fuerza el azar hasta límites obscenos (situaciones irrisorias, mutaciones súbitas en el carácter y naturaleza de personajes) para lograr que cuanto tenga que contarnos quede claro. ¿Claro?, no creo. Las historias deben contar una idea. Su idea. Eso es seguro. Obligatorio. Pero en el afán expresivo de cuanto quiere contar, podemos percibir, que no tiene claro a dónde quiere llegar (o cómo), y que cierra pues, de manera torpe, las historias iniciadas. Qué mejor que un epílogo bien clarito y directo en la que el director reorganice sus ideas y deje patente la enseñanza que debes obtener a grosso modo. Muy adecuado.

De nada sirve romper algunos estereotipos o afrontar diversos tabúes para parecer arriesgado. De nada sirve que trates de contar una fábula sin tratamiento de fábula. Podemos decepcionarnos si la concepción de la película queda lejos de encajar con la enseñanza facilona. Eso molesta. Disgusta. Disgusta sobretodo si caes en la cuenta de lo que realmente te esta contando la película, lo que te está diciendo… Porque, puede que sea muy fácil hablar ahora a posteriori, pero en principio, como dije, la película cautiva. Viene facilitada por una buena realización. Entra por los ojos. Por la boca. Fácil de tragar, pero difícil de saborear. Llena, sacia el hambre de un cinéfago. Pero no logra otra cosa que convertirse en presa de nuestra amnesia selectiva. Un menú de muy buen aspecto, pero insípido.

1 comentario:

  1. Interesante critica. Y es que ya sabemos todos como es el director: le gustan las moralejas y que nos sintamos mal tras ver una obra suya, aunque sea medianet el humor. A ver cuando me pongo con esta, que le tengo ganas.
    Por cierto, te he dedicado una entrada en mi blog para darte un poco de publicidad gratuita (a no ser que quieras pagarme). Espero que te guste. Si quieres que añada algo mas o que elimine algun comentario violento, hazmelo saber. Un saludo.
    http://elcementeriomarchoso.blogspot.com/

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