Cinefilia amarilla entre lo sutil y lo evidente
Hoy quisiera
hablaros de un fenómeno que abarca varias generaciones, y que nos ha dejado
huella como uno de los mayores hitos dentro de la cultura pop, y porque no, de
la cultura en sí. Me refiero a los
Simpsons. Estos norteamericanos amarillos de clase media que viven en el 742 de Evergreen Terrace ,nos han
mostrado a lo largo de nuestra tierna infancia toda clase de disparatadas
aventuras y estrambóticas situaciones, del mismo modo que concluían la mayoría
de sus episodios con una cierta enseñanza, y sobretodo ternura.
Bien,
pues como he dicho, los Simpsons es una serie que probablemente hayamos seguido
todos (quien más, quien menos), y la cual ha tenido un enorme éxito a lo largo
del mundo. Bien. Éste éxito es más que
merecido, pues las desventuras de ésta tropa no sólo estaban dirigidas a niños.
Conforme uno crece, se hace un adolescente, madura, y comienza a darse cuenta
del mundo que le rodea, averigua que los Simpsons toman una postura crítica
hacia la sociedad, hacia quienes gobiernan éste mundo, y hacia nosotros mismos.
Es una serie cuyos guiones están elaborados conforme a capas. A distintas capas
según el amplio marco de espectadores que puede llegar a tener. Una aventura
sencilla para los niños, colores, actitudes, bromas que puedan atraerles, y un
subtexto totalmente adulto, con cierta sátira y parodia hacia nuestra realidad.
Y guiños, guiños que dentro de la
sociedad adulta, están dirigidos a aquellas personas que probablemente tengan
un interés en los programas televisivos más allá de lo banal. Es decir, los
Simpsons también pueden ser vistos con un interés
cultural a la par que lúdico.
Todos
habremos visto algún guiño que otro en los Simpsons a la cultura general; arte,
literatura, política, música, y cine. Lo cierto es que la mayoría de éstos
guiños son realmente sutiles, elegantes e incluso cómicos. De buenas a primeras
se me viene a la mente la manera en la que el
arte se venga de Homer en sus propias pesadillas. O cuando Barney trata de
pagar unas birras con una fiel recreación en una servilleta de la Tarde de Domingo en la isla de la Grande
Jatte de Seurat. En fin, éste episodio en concreto es una oda al arte
contemporáneo. Pero también me acuerdo de la cantidad de guiños musicales que
han plasmado estos springfieldianos, como el momento de los Solfamidas, y su clara conexión con la
trayectoria y declive de The Beatles.
De
todos los guiños de los Simpsons, si ha habido algunos que realmente me hayan
llamado la atención, guiños que realmente me han marcado; son los dirigidos a
los cinéfilos. Mediante el cine en
los Simpson, yo y toda una generación hemos experimentado lo que es realmente
percibir un pequeño gesto de complicidad por parte de los guionistas, sin más
intención que establecer contacto con el espectador , lo cual nos complace por
poder estar compartiendo algo con la serie.
Los principales guionistas de los Simpson; George Meyer, Conan O’Brien y
David Letterman admiten ser realmente cinéfilos, y sus huellas respecto al
audiovisual no dejan a nadie indiferente. No sólo los guionistas son
responsables de esto, sino que los animadores de la serie tratan normalmente de
insertar las mayores referencias culturales posibles como (según ellos dicen) “una
marca de estilo de la propia serie”. Por tanto, el resultado entusiasma a
cualquiera que vea asiduamente este programa. Hemos visto homenajes a montones
de películas y no sólo de la industria estadounidense contemporánea, que podría
ser más comprensible, las referencias en los Simpson varían desde el cine mudo,
hasta el cine de autor europeo (no olvidemos los guiños Ingmar Bergman, Buñuel,
los Monthy Pyton, David Lean, François Truffaut …). Y es que es así, los
Simpson son cinéfilos, es irrebatible.
Tras
ver de seguidas unas tres temporadas de los Simpsons, puedo asegurar que la media de referencias cinéfilas de
éstos va de 2 a 3 por episodio. La manera con la cual hacen una referencia
sobre cine varía según la ocasión y el capítulo; Se podrían dividir
esencialmente entre lo sutil y lo evidente, y a su vez subdividirse en
otros aspectos. Todo ello más o menos hasta la 12ª temporada, a partir de la
cual el cambio de estilo de la serie toma un giro obvio que hizo de muchos de
sus fans sus detractores (añadan a un servidor), realizando unos guiños
paupérrimos e ingenuos.
Dentro
de lo evidente, muchos de los
episodios de los Simpson giran en torno a la parodia de una película. Mantienen
una historia centrada en las aventuras y desventuras de éstos personajes, pero
en ella integran una trama que nos hace recordar una película (normalmente un
clásico) a la cual recurren constantemente. Ejemplos como éste están en: “Marge
on the Lam”, basada en la célebre Thelma
y Louise;
“Simpsoncalifragiliticexpiala(Annoyed grunt)cious”, extraída de Mary Poppins; “Cape Feare” de la
aclamada Cape Fear o “22 shortfilms
about Springfield” extrayendo icónicos momentos de Pulp Fiction. De igual manera, un guiño obvio dentro del estilo de
ésta serie se trata simplemente de recrear un instante de otra película, sin
disimular la referencia, de manera autoconsciente y divertida. Así vemos
ejemplos como el episodio “Bart friend’s falls in love” en el cual la intro imita una escena de Raiders of the lost ark o el popular
homenaje a Psycho de Alfred Hitchcock
en el capítulo “Itchy
& Scratchy & Marge”. Pero
por último, los homenajes más evidentes y no menos importantes y divertidos
surgen de un formato de episodio propio de ésta serie con el único fin de
parodiar sin más, me refiero a los conocidos especiales de Halloween (“Tree house of horror”) los cuales se hacen con la única
intención de mostrar tres cortometrajes homenajeando el “fantaterror” clásico y
algunos de los más importantes episodios de The
Twilight Zone (En los límites de la
realidad), una auténtica delicia para los amantes del género, e inagotable
fuente de material para descubrir al respecto.
Pero
si de lo evidente de sus referencias
cinéfilas somos capaces de disfrutar, no menos nos entusiasman sus guiños
más sutiles, en los cuales
descubrimos que “tú y yo lo sabíamos”, y que se están dirigiendo a todos
aquellos que consideramos el séptimo
arte algo más que una mera referencia “pop”. Hay meras recreaciones de secuencias tan
integradas con la propia historia que apenas somos conscientes de que se está
realizando un guiño, por ejemplo, pocos hemos caído en que cuando Bart y
Milhouse se peleaban por el número 1 de “Radiactivo Man” en la casa del árbol
(“Three men and a comic book”) estaban homenajeando directamente a Saboteur
de Hitchcock. Otras son parodias repentinas, inesperadas dentro de la
historia que saltan a una referencia totalmente cinéfila con la cual, aunque
nos cueste creerlo, no todo el mundo capta el sentido; o ¿acaso todo el mundo
reconoce el momento en que Homer es conducido por la vibración de un sofá-masaje
más allá de nuestra dimensión (“Lisa’s Pony”) al igual que en 2001, A Space Odyssey?. Muchas de estas
referencias son insertadas en ocasiones dentro de otro momento cinematográfico
(e incluso a su vez, dentro de otro), situaciones en las cuales la
sobresaturación momentánea de homenajes, puede hacer que se nos escape alguno;
un ejemplo claro es el episodio “A Streetcar named Marge” que de por sí
homenajea a A Streetcar named Desire (Un
tranvía llamado deseo), en el cual tenemos bastantes momentos
cinematográficos que aluden tanto a The
Great Escape (La gran evasión), como a The
Birds, de el bueno de Hitchcock. Por no mencionar
numerosos guiños que… bueno, merecería la pena desgranar con mucho tiempo,
porque, por lo que he leído, éste episodio en concreto está bastante saturado.
Por
último sólo nombraré aquellas referencias que principalmente asociaría a los
animadores de la serie que, como mencioné anteriormente, tratan de insertar algunos
homenajes dando lugar a cierta duda, principalmente por lo costoso de su
identificación (esto sólo lo he visto en series de dibujos como Los Simpson y Futurama). Estos aspectos
están abiertos a debate, pero muchos de los homenajes sí resultan bastante
plausibles y otros tantos sorprendentes. En “Bart of Darkness” observamos que
mientras nos realizan un evidente homenaje a The rear window de Hitchcock, una de las imágenes que se suceden,
puede pasarnos inadvertida, es cuando
Bart arrastra con un montón de cosas que se le han ido enredando en la
escayola. Al parecer ese instante es muy parecido (el momento en el que se engancha
un perro a todo el tropel) a Un chien
Andalou de Buñuel y Dalí. Por
otro lado he encontrado una controvertida imagen del episodio “Sideshow Bob
last Gleaming” (El actor secundario Bob
vuelve a las andadas), en la cual, tras caer del acantilado, Bob sale del
agua y sacude su pelo. En ese instante hay varias coincidencias que apuntan a
un paralelismo con La Sirenita de
Disney; la forma del pelo junto a su color, su jersey con forma de “top” , al
igual que Ariel… y una curiosa nube de fondo
con un par de protuberancias que recuerdan a las orejas de Mickey. Desde
luego, obra de los animadores, pero; ¿cierto, o sólo una coincidencia?.
Homenajes
y mas homenajes, guiños y
más guiños… es prácticamente imposible discernir todas las referencias
implícitas (o ilícitas) en cada capítulo de ésta serie, no sólo en referencia
al cine, sino a la cultura en general. Como dijo en su momento Matt Groening
para la revista Time; “Hay ciertas bromas que no entenderás, salvo que hayas
acudido a clases en la universidad”. Y es así, os animo a poner algo más de
atención en esta serie y contrastar información en internet, porque os
sorprendería saber cuánta cultura abarcan en sus episodios. Los Simpson han
llegado a participar mediante sus pequeñas referencias en importantes debates
sobre algunos teoremas matemáticos, por ejemplo. Así es esta serie, y así
quedará para recuerdo de muchos de nosotros, eso sí, hasta la 12ª temporada, a partir de la cual el
nivel fue cayendo en picado. Los Simpson que todos recordamos, que a todos nos
han enseñado, son como la Biblia.
Donde siempre descubres cosas, donde siempre obtienes nuevas interpretaciones,
a donde hay que acudir cuando uno está desesperado, y sobretodo aburrido.
Gracias a esta serie, donde el cine es una principal fuente de su inspiración,
yo (y muchos de nosotros) hemos aprendido y descubierto mucho sobre el séptimo
arte. Tened esto presente “todo lo que no sale en los Simpson, no merece la
pena ser recordado”.